Estas obras pertenecen a una serie de esculturas y bordados realizados en materiales diversos, desde materias nobles y tradicionales como el mármol travertino hasta el tejido bordado y ensamblado a modo de Patchwork.
Están pensadas para exhibirse sin peana, directamente sobre el suelo, a excepción de los cojines y el bordado sobre bastidor que van sobre la pared y que nos transportan a un mundo onírico de alimañas que se sitúan en el lugar donde dejamos caer nuestra cabeza para rendirnos al sueño. Los reposacabezas.
En mi trabajo el animal es siempre un referente, e incluso podría atreverme a decir que suele representar lo humano, es decir, hablo de lo humano a través de lo animal, o de las relaciones existentes entre los dos grupos.
Intento meter el dedo en la llaga, de forma irónica y crítica, al sacar a la luz algunos temas que son socialmente no aceptables o controvertidos. De esta manera estas obras están concebidas para reflexionar sobre las formas de placer. Placer físico y estético. Son piezas vinculadas a lo infantil, al mundo de los juguetes y gozan de una fuerte carga sexual. Digamos que me gusta provocar reacciones contrarias o conflictos, ya sean morales, sociales o personales.